Las vistas al río son espectaculares.

La ubicación es espectacular, junto al río Dordogne. Sin embargo, la limpieza de la habitación dejó mucho que desear.

Ubicación céntrica, habitación espaciosa, aire acondicionado en la habitación.

Las instalaciones generales dejan mucho que desear, ¡necesitan una renovada urgente!!! La limpieza fue deficiente y el baño estaba en malas condiciones, ¡un arreglo no vendría mal!!!

vistas impresionantes del río

La ubicación es simplemente espectacular, con vistas al río Dordogne que te dejan sin aliento. La cama era cómoda y el ambiente era tranquilo, ideal para descansar.

Sin embargo, el baño requería urgentemente mantenimiento, la ducha tenía problemas y había olores desagradables persistentes. La calidad del servicio podía ser mejor, ya que el personal era difícil de encontrar.

- Vistas espectaculares
- Cama cómoda
- Comida deliciosa

- Olores desagradables
- Limpieza deficiente
- Servicio mejorable

No olvides probar los helados artesanales en la terraza. son un excelente refresco tras un día explorando la zona.

bueno, la limpieza brilló por su ausencia y el personal tardó más de 20 minutos en darnos la habitación. Además, ni un regalo de cortesía por los inconvenientes. Casi pensé en dejar una buena reseña, pero no pude. la mampara del baño era un caos, ¡una vergüenza total!

La ubicación es inmejorable, con vistas impresionantes al río y un ambiente encantador. La habitación, aunque sencilla, era espaciosa y estaba bien mantenida, perfecta para una noche. Cenamos en el restaurante y la comida fue sorprendentemente satisfactoria. Desayuno con opciones agradables.

maravillosa atención y ubicación espectacular con vistas al río que hacen del viaje una experiencia única

La atención de Veronique fue excepcional. habla un poco de español y eso es un plus. La habitación, aunque simple, ofrecía confort y vistas agradables al río. Esta zona es perfecta para cenas al aire libre, y los helados artesanales de la terraza son un deleite. Además, poder llevar a nuestra mascota fue un gran detalle.

Disfruté de una cena deliciosa en el restaurante, con opciones de platos tradicionales. Pasé tiempo en la terraza donde servían helados artesanales, una gran manera de refrescarme en un día cálido. La atención fue muy cordial, lo que hizo que mi experiencia fuera bastante agradable. Esta fue mi primera vez en la región y me encantó explorarla.

Sin embargo, el baño tenía un olor desagradable, lo que podría mejorar. Algunas instalaciones requerían mantenimiento, lo que no era ideal.

Pasamos unos días increíbles con amigos. La ubicación es perfecta para explorar la región y la cama era cómoda, ideal para descansar después de un día de cicloturismo. Disfrutamos de las vistas hacia el río y toda la comida local en la zona es deliciosa. Muy recomendable.

Sin embargo, me decepcionó que no había aire acondicionado en la habitación, lo que hizo que algunas noches fueran un poco incómodas, especialmente en verano.

Nos alojamos con nuestro nieto y la ubicación es perfecta para explorar la región. Hicimos una visita espectacular al castillo de Beynac, un lugar impresionante. Además, cenamos en el restaurante y la comida fue muy buena, realmente disfrutamos de la estancia.

A mis hijos les habría encantado un área de juegos más grande para ellos.

La atención de Veronique fue excepcional, hablaba un poco de español, lo que facilitó la comunicación. La ubicación era inmejorable, con unas vistas espectaculares al río Dordogne. La cama bastante cómoda, y el ambiente tranquilo permitía un buen descanso. Además, la terraza tenía helados artesanales deliciosos, perfectos para relajarse al aire libre.

El wifi fallaba bastante y había olores desagradables en la habitación. El baño requería más mantenimiento, ya que la ducha presentaba problemas y la limpieza no fue la mejor.

La ubicación de Auberge Des Platanes es ideal, justo en el encantador pueblo de La Roque-Gageac, donde las vistas son impresionantes. La cama era cómoda y el baño, aunque un poco antiguo, estaba limpio. Además, disfrutamos de una cena deliciosa en el restaurante del hostal, que es muy recomendable.

El wifi fallaba bastante.

La habitación era bastante grande y cómoda, con aire acondicionado que funcionaba genial. El baño estaba bien y aunque era un poco antiguo, estaba limpio. Las vistas eran espectaculares, realmente disfruté de despertar con esa panorámica al río. Aunque el mobiliario era simple, el descanso estaba asegurado. No había ruidos molestos, lo que ayudó a que fuera una estancia agradable.